Hay momentos que la compañía lo puede todo y resultan instantes tan increíbles que cuando los recuerdo y noto su falta, reina el dolor. Cada vez más, siento que los buenos instantes dan a la nostalgia, y de esta el tiempo tarda mucho a convertir en buen recuerdo sin que haya añoranza. En breve tiempo que he estado acompañada de gente nueva parece que dejo de valorar a la de siempre, el error. Unos los tengo desde años, permanecen con su constancia día a día y con una probabilidad de pérdida baja; los otros con más probabilidad de pérdida, siento que también valen però claramente aún ni la mitad de los otros. Me he dado cuenta de esto, en el momento que la compañía nueva que he admirado deja de ser como ha sido hasta entonces y veo que sin conocerla mucho, la he amado y ahora sin haber podido expresar mi sentimiento ha tenido que ser encerrado, toda una historia condenada a ser página pasada sin mi voluntad. Y son estos días los que tienen momentos en que solo una sonrisa semejante a la conocida, me da la debilidad imbatible que dicen que el tiempo irá curando, poco a poco... Mi pensamiento, por suerte, también está posicionado hacia delante para no quedarse muy estancado en estas debilidades, y así seguir a contracorriente.·MCR·
[Introspección, 1 de novembre de 2011]
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